El Gigante de Atacama: El Rey de los geoglifos
Descubre todo sobre el gigante de Atacama, un geoglifo impactante de Atacama, la figura antropomorfa prehistórica más grande del mundo.
Ya sean las pirámides de Egipto o la Gran Muralla de China, las antiguas civilizaciones realizaron enormes hazañas de construcción que aún hoy asombran a los visitantes.
En América del Sur, han dejado ruinas y extensas pinturas rupestres que demuestran una impresionante habilidad técnica y artística.
De igual modo, existen misteriosos geoglifos: figuras y formas dibujadas en el paisaje.
Uno de los geoglifos más conocidos del mundo son sin duda los del Nazca de la costa de Perú.
Sin embargo, en el desierto de Atacama, en Chile, hay otro grupo de geoglifos igual de impresionantes e impactantes.
Aunque para la mayoría, los geoglifos del desierto de Atacama son menos conocidos, podemos decir que son más numerosos en cantidad, más variados en estilo y cubren un área mucho mayor.
Conozcamos todo sobre el Gigante de Atacama, uno de los más impresionantes geoglifos que se encuentran en la región.
El Gigante de Atacama
Ahora bien, el geoglifo atacameño más intrigante y controvertido es el llamado Gigante de Atacama, que sigue suscitando debates sobre su verdadero significado e interpretación.
Puedes verlo al lado del cerro Unitas, Provincia del Tamarugal, dentro de la Región de Tarapacá. A unos 52 kilómetros de Iquique, aproximadamente.
La meseta del desierto se extiende casi 1.600 kilómetros a lo largo de la costa de Chile y Perú. Dentro de esta extensión, el desierto contiene más de 5.000 geoglifos. Los más antiguos datan de alrededor del año 800 de la era cristiana; los más recientes, del siglo XVI.
En cuanto a El Gigante de Atacama, podemos decir que tiene 119 metros de largo y fue realizado con una mezcla de piedras y tierra, casi en la cima del cerro Unitas.
Se caracteriza por su cabeza cuadrada y sus largas piernas muy estilizadas. Se pueden ver cuatro líneas que salen de la parte superior de la cabeza del gigante, así como a cada lado de su cabeza.
Sea cual sea el símbolo de las líneas, los investigadores han determinado que es muy probable que también tuvieran un propósito práctico. Al alinearse con la luna, las líneas de la cabeza del Gigante de Atacama, junto con los demás puntos de su cuerpo, habrían servido para que los antiguos constructores pudieran predecir la llegada de la crucial estación de las lluvias.
El Gigante de Atacama fue creado probablemente entre los años 1000 y 1400 de nuestra era por una serie sucesiva de culturas indígenas, incluida la incaica. Además, la enorme figura descansa entre unas 5.000 imágenes más pequeñas de aves, diseños místicos y otras imágenes grabadas en el suelo.
Las representaciones se crearon excavando las líneas del diseño en el suelo o colocando patrones de piedras y arena encima, y a veces una mezcla de ambos métodos.
Actualmente, el Gigante de Atacama se considera la figura antropomorfa prehistórica más grande del mundo, y se asemeja a la divinidad que adoraban las culturas nativas de la zona, entre los siglos XI y XV. En su mano derecha, se ve un báculo o bastón con extremo superior curvo gigante, y junto a sus rodillas hay varios adornos hechos con plumas que demuestran su alta jerarquía.
Sin dudas, el Gigante de Atacama es uno de los tesoros arqueológicos más impresionantes de las regiones del norte de Chile y forma parte de un grupo de 21 geoglifos que se encuentran en este mismo cerro, situado en una zona conocida como Hoare.
Los geoglifos de Atacama
En general, los geoglifos de Atacama incluyen diseños geométricos como rombos escalonados, círculos concéntricos y flechas. También se representan figuras que se asemejan a personas (o tal vez a dioses) que realizan diferentes actividades, por ejemplo, la caza.
De igual modo, puedes encontrar animales entre las figuras. Como por ejemplo: llamas, lagartos y monos. Un dato curioso es que los estudiosos creen que algunos animales pueden corresponder a ritos divinos, como los anfibios utilizados en rituales acuáticos.
Se suele considerar que los responsables de la producción de estos geoglifos fueron las sucesivas culturas que habitaron esta región, entre ellas la Tiwanaku y la Inca.
Como decíamos antes, los geoglifos del desierto de Atacama se produjeron mediante alguna de estas tres técnicas: "extractiva", "aditiva" y/o "mixta".
La técnica "extractiva" implica la eliminación de la capa superior del suelo de la ladera para crear imágenes en la superficie.
La técnica "aditiva", en cambio, consiste en recoger material, como piedras o grava (conjunto de piedras trituradas), y apilarlas sobre la superficie del terreno para formar un contorno elevado.
Por otro lado, la técnica "mixta" emplea tanto la técnica "extractiva" como la "aditiva" en la formación de los geoglifos.
De igual modo, existen dos paneles, uno orientado al Sur, con 12 figuras geométricas y una forma zoomorfa. El otro, orientado al Oeste, que contiene este gigante y otras formas geométricas.
Además, en la provincia de Iquique, también se pueden encontrar geoglifos en las zonas conocidas como Santa Rosita (cerca del pueblo de Pica) y el cerro Pintados. Este último es uno de los mayores murales naturales del mundo, con 390 figuras repartidas en sesenta paneles. Es sólo una de las varias pinturas rupestres que los habitantes nativos dejaron entre Arica y el río Loa. También, incluyen pictogramas e imágenes sobre rocas (petroglifos). Sólo los geoglifos son exclusivos de la zona costera del norte de Chile y del sur de Perú.
También, es válido decir, que a lo largo de lo que se conoce como el "Norte Grande" (unos 310 kilómetros), se encuentra el arte prehistórico sobre las laderas. Cualquier visitante puede verlas sin mucho esfuerzo -sin necesidad de vistas aéreas, como en Nazca (Perú)-, simplemente situándose frente a las colinas. Suelen mostrar formas humanas, pero también animales como perros, monos, serpientes, aves, peces o insectos, y también algunas figuras geométricas.
Se trata de un valioso testimonio de la odisea que los hombres tuvieron que pasar en estas tierras, y de la vida cotidiana de los habitantes de los Andes, que solían comerciar con sus productos entre regiones o naciones.
Afortunadamente, estos geoglifos han sobrevivido al paso del tiempo, debido a las condiciones climáticas del desierto de Atacama.
Actualmente, con las modernas capacidades de vuelo y la existencia de drones, se pueden realizar estudios más cercanos y mejores fotografías de estas antiguas y sorprendentes creaciones.
Interpretaciones sobre el Gigante de Atacama
Continuando nuestro recorrido por el Gigante de Atacama, es importante que sepas que existen varias teorías alrededor de los motivos y fines de su existencia.
Para entender la función del Gigante de Atacama, debes tener en cuenta su papel en el paisaje circundante y su relación con los demás geoglifos del desierto.
Es muy posible que los geoglifos del desierto de Atacama cumplieran una función ritual o simbólica en la vida de quienes los crearon. Sin embargo, una de las teorías es que los geoglifos del desierto de Atacama tenían una finalidad práctica, además de esta función ritual.
Algunos suponen que es la representación de un chamán o yatiri. Es decir, que podría tratarse de un hombre que hace predicciones, invoca a los espíritus y practica la curación en algunas religiones.
Aunque, a su vez, algunas las leyendas del Titicaca cuentan que este geoglifo puede corresponder a la deidad andina Tunupa-Tarapacá, que realizó un viaje desde este lago hasta el océano Pacífico.
En cualquier caso, lo más curioso es que no hay forma de establecer cómo se plasmó teniendo en cuenta las herramientas tecnológicas disponibles en la época.
Por el contrario, también se ha sugerido que los geoglifos del desierto de Atacama, entre ellos el Gigante de Atacama, desempeñaron un papel crucial en la red de transporte que conectaba a las grandes civilizaciones de Sudamérica.
Dado que las caravanas de llamas eran importantes para la conexión de las civilizaciones de Sudamérica, los geoglifos del desierto de Atacama pueden haber albergado información vital para la supervivencia de estas caravanas en el desierto más árido del mundo.
De esta forma, los geoglifos pueden haber indicado dónde se encontraban las salinas, las fuentes de agua y el forraje para los animales. De hecho, muchos de los geoglifos representan caravanas de llamas, y éstas también han sido reportadas por los cronistas españoles. Sin embargo, no se ha encontrado ningún equipo de caravana en el propio desierto, por lo que la interpretación de los geoglifos queda abierta al debate.
Otra interpretación, comenta que se trataba de una especie de calendario astronómico que indicaba el movimiento de la luna. Con este conocimiento, se dice que se podía calcular el día, el ciclo de las cosechas y las estaciones.
Por otra parte, algunos geoglifos históricos están relacionados con la celebración de fechas especiales, como el primer centenario de la República o algunos acontecimientos de la Guerra del Pacífico.
Otros representan el sufrimiento de Jesús en el Vía Crucis, según lo aprendido por los misioneros cristianos.
Por último, otra de las teorías más sorprendente sugiere visitas extraterrestres. Mira esta investigación donde se comprobó el gran parecido que tiene esa zona con la superficie de Marte, por lo que supuestamente podría haber cierta conexión entre el Gigante de Atacama y alienígenas.
Podemos decir entonces, que no han faltado explicaciones y teorías para comprender las extrañas características de este enorme geoglifo.
Conclusión sobre el Gigante de Atacama
Aunque la función de los geoglifos del desierto de Atacama sigue siendo un misterio, es innegable que tuvieron, y probablemente siguen teniendo, un enorme impacto en el paisaje y en la gente que vive en la región.
Se espera que los geoglifos se conserven para las generaciones futuras y que las investigaciones posteriores puedan descubrir algún día sus secretos.
Es así, que la clara importancia de los geoglifos y la fascinación que ejercen sobre el público moderno, sugiere que el Gigante de Atacama y otros de su talla seguirán siendo objeto de exploración en los próximos años.
En definitiva, la historia de este famoso geoglifo sigue siendo un secreto por descubrir. Pero estamos seguros de que ahora que sabes un poco más sobre lo que es el famoso Gigante de Atacama, no querrás perdértelo cuando estés en Chile.
¿Has visto alguna vez algo parecido?
Recuerda que si estás pensando en qué visitar en Chile, no puedes dejar de ver con tus propios ojos esta increíble figura.
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